EUROPA
PRESS
27 marzo
2018
Consiguen
eliminar las placas de Alzheimer en ratones
Años antes de que las personas
comiencen a mostrar síntomas característicos de la enfermedad de Alzheimer,
comienzan a formarse placas adhesivas en sus cerebros, dañando las células
cercanas. Durante décadas, los médicos han buscado formas de eliminar estas
placas como una forma de prevenir o tratar la enfermedad.
Los grumos pegajosos, conocidos como placas amiloides, están compuestos principalmente por una proteína
cerebral llamada beta amiloide; pero anidados dentro
de las placas hay pequeñas cantidades de otra proteína de Alzheimer: APOE.
Ahora, investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de
Washington, en Estados Unidos, han demostrado que un anticuerpo no solo se
dirige al APOE para eliminarlo, sino que también elimina las placas.
Los hallazgos, disponibles este lunes en 'Journal of Clinical Investigation',
podrían conducir a una forma de detener el daño cerebral provocado por las
placas de amiloide mientras la enfermedad todavía
está en sus etapas iniciales, tal vez antes de que aparezcan los síntomas.
"Muchas personas acumulan amiloide
durante muchos años, y el cerebro simplemente no puede deshacerse de
ella", afirma el autor principal David Holtzman,
jefe del Departamento de Neurología. "Al eliminar las placas, si
comenzamos lo suficientemente temprano, podremos detener los cambios en el
cerebro que producen olvido, confusión y deterioro cognitivo".
Las variantes del gen APOE son el mayor factor de riesgo
para la enfermedad de Alzheimer. En un trabajo anterior, Holtzman
y sus colegas han demostrado que un compuesto basado en ADN que se dirige a
APOE puede disminuir la lesión causada por las placas amiloides.
Pero deshacerse de las placas probablemente protegería el
cerebro mejor que mitigar la destructividad de las placas. Para saber si las
placas podrían eliminarse, Holtzman; los coautores
Fan Liao, investigador postdoctoral, y Aimin Li, un científico senior, y sus colegas se centraron
en los anticuerpos que reconocen y se unen a APOE. Una vez que los anticuerpos
se unen a su objetivo APOE, atraen la atención de las células inmunes
itinerantes, que transportan el anticuerpo y el objetivo para destruirlos.
Reducción de
placas amiloides a la mitad
Los investigadores razonaron que la proteína amiloide cercana podría eliminarse junto con APOE. Para
averiguarlo, probaron varios anticuerpos que reconocen el APOE humano en
ratones genéticamente predispuestos a desarrollar placas amiloides.
Los genes APOE de los roedores se reemplazaron con un gen APOE humano. Los
anticuerpos fueron desarrollados en colaboración con Denali Therapeutics.
Durante seis semanas, los ratones recibieron inyecciones
semanales de placebo o anticuerpos contra APOE. Luego, los científicos midieron
la cantidad de placas en sus cerebros. Un anticuerpo llamado HAE-4 redujo el
nivel de placas a la mitad. Además, HAE-4 no tuvo ningún efecto sobre los
niveles de APOE en la sangre.
APOE juega un papel importante en el transporte de grasas y
colesterol en el cuerpo, por lo que eliminarlo del torrente sanguíneo podría
crear efectos secundarios no deseados. El fracaso del anticuerpo para reducir
los niveles de APOE en la sangre fue, por lo tanto, una buena señal. Pero
también fue un misterio.
¿Por qué el anticuerpo eliminó APOE del cerebro, pero no de
la sangre? "Resulta que el APOE en las placas tiene una estructura
diferente a la forma de APOE que se encuentra en la sangre --apunta Holtzman--. El anticuerpo HAE-4 reconoció solo la forma que
se encuentra adherida a las placas en el cerebro".
No existe tratamiento para prevenir o retrasar el inicio o
la ralentización de la enfermedad de Alzheimer. Pero se están evaluando en
ensayos clínicos algunos anticuerpos que eliminan las placas al dirigirse a la
beta amiloide. Si bien estos anticuerpos son
prometedores, a veces vienen con el efecto secundario de la inflamación y la
hinchazón en el cerebro. Sin embargo, los anticuerpos que se dirigen a APOE
pueden tener éxito en la eliminación de placas en las personas y es menos
probable que desencadenen una respuesta inmune destructiva, según Holtzman.
"Los anticuerpos anti-amiloide se van a unir a la mayoría de las moléculas que
están en la placa, pero el anticuerpo anti-APOE
apuntaría solo a un componente muy pequeño de la placa --apunta Holtzman--. Esto significa que podemos encontrar menos
activación inmune, y es posible que no veamos los efectos secundarios no
deseados". Los investigadores están planeando más estudios para determinar
si anticuerpos similares son seguros y podrían ser lo suficientemente efectivos
para usarse en personas.